Fomentando una Salud Mental Óptima en los Jóvenes a Través de la Comunicación Asertiva

Por Monica Guerrero Vazquez 

El desarrollo de una salud mental óptima en los jóvenes no solo depende de factores biológicos o sociales, sino también de la manera en que son educados y guiados en su crecimiento. Como padres, la forma en que abordamos la comunicación con nuestros hijos juega un papel fundamental en su bienestar emocional y en su capacidad para diferenciar lo que es sano de lo que no lo es. A continuación, exploraremos tres enfoques esenciales para educar a los jóvenes con una mentalidad saludable y abierta, eliminando los tabúes en temas importantes como el sexo y las relaciones. Busca el primer artículo de esta serie: Explorando las formas de comunicación entre padres, madres y los hijos o jóvenes a su cuidado – Cómo enfrentar conversaciones difíciles de manera efectiva. 

Tres Formas de Educar a los Jóvenes para una Salud Mental Óptima 

  1. Educación Basada en el Ejemplo

Uno de los métodos más efectivos para enseñar a los jóvenes sobre la importancia de la salud mental es a través del ejemplo. Los hijos observan y replican los comportamientos de sus padres. Si un adulto maneja el estrés con calma, expresa sus emociones de manera saludable y afronta los conflictos con comunicación asertiva, los jóvenes internalizarán estos hábitos como una manera natural de interactuar con el mundo. 

Ejemplo: Un padre que, tras un día estresante en el trabajo, comunica a su hijo: “Hoy tuve un día difícil, necesito un momento para relajarme y luego hablamos”, modela la importancia de reconocer y gestionar el estrés de manera saludable en lugar de reprimirlo o desquitarse con otros. 

Este tipo de comportamiento enseña a los jóvenes que es válido expresar sus emociones y que existen formas sanas de manejarlas sin que afecten negativamente las relaciones interpersonales. 

  1. Trato Respetuoso y Apoyo Emocional

Los jóvenes necesitan sentirse comprendidos y apoyados en su proceso de crecimiento. La forma en que los padres los tratan influye significativamente en su autoestima y en la manera en que enfrentan los desafíos. El respeto y la validación emocional son claves para que se sientan seguros de expresar sus preocupaciones y dudas. 

Ejemplo: Si un adolescente se acerca con una inquietud sobre su identidad o una relación, en lugar de desestimarlo con frases como “Eres demasiado joven para preocuparte por eso”, se le puede responder con “Me alegra que confíes en mí para hablar de esto. ¿Cómo te sientes al respecto?”. 

Este tipo de respuesta abre la puerta a una comunicación sana y fomenta un ambiente donde los jóvenes se sientan escuchados, lo que a su vez reduce la posibilidad de que busquen respuestas en fuentes poco confiables o que adopten comportamientos de riesgo. 

  1. Creación de Espacios para Hablar de Todo, sin Tabúes

Uno de los mayores errores que pueden cometer los padres es evitar hablar sobre ciertos temas, como el sexo, las relaciones sentimentales o la salud mental. No hablar de estos temas no significa que los jóvenes no los explorarán por su cuenta; por el contrario, los buscarán en internet, en amigos o en fuentes que pueden no ser confiables. 

Ejemplo: Un padre que se sienta con su hijo adolescente y le dice: “Quiero hablar contigo sobre las relaciones y el sexo porque es importante que tengas información real y que puedas tomar decisiones saludables”, está brindando un espacio seguro para que el joven haga preguntas y reciba respuestas basadas en hechos y valores. 

Al tratar estos temas con naturalidad y sin miedo, los padres pueden guiar a sus hijos para que desarrollen un criterio propio y responsable sobre su cuerpo, sus relaciones y su bienestar emocional. 

Eliminando los Tabúes: La Importancia de Sentarnos a Hablar 

La falta de comunicación sobre ciertos temas puede llevar a los jóvenes a desarrollar ideas erróneas o a tomar decisiones sin información suficiente. Por eso, es crucial generar espacios de conversación en los que los hijos se sientan cómodos expresando sus dudas sin temor a ser juzgados o castigados. 

Para lograrlo, los padres pueden: 

  • Hacer preguntas abiertas que inviten a la reflexión. 
  • Escuchar sin interrumpir ni imponer opiniones. 
  • Compartir información basada en hechos sin alarmismo ni tabúes. 
  • Reforzar la idea de que no hay preguntas “prohibidas” y que siempre pueden acudir a ellos para obtener respuestas confiables. 

Conclusión: Dar Respuestas para que Distingan lo Sano de lo No Sano 

El objetivo principal de la comunicación asertiva y la educación basada en el ejemplo, el respeto y la apertura es brindar a los jóvenes las herramientas necesarias para diferenciar entre lo que es sano y lo que no lo es. Si los hijos reciben respuestas claras y basadas en el respeto, podrán tomar decisiones informadas y responsables en su vida. 

Es preferible que como padres seamos quienes proporcionamos la información adecuada antes de que los jóvenes la busquen en fuentes poco confiables. Al hablar de manera abierta y sin prejuicios, no solo se fortalece la relación entre padres e hijos, sino que también se les da la confianza y la capacidad de construir una vida basada en el respeto, la salud mental y el bienestar integral. 

Nota: Este artículo no reemplazan el consejo de profesionales del cuidado de salud o consejería, deben tomarse como fuentes de información y educación, pero siempre debes consultar con un profesional. 

Este artículo ha sido publicado en Mundo Latino Newspaper y copias impresas del mes de abril 2025 (pagina 26). Fortalece tu Bienestar es una campaña de Centro SOL para acabar con el estigma sobre la salud mental y la depresión.  

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