Día de la Madre: Cuidando a la Mujer que es Madre

Por Monica Guerrero Vazquez 

Cada mes de mayo, según el país será el segundo o tercer domingo, celebramos el Día de la Madre, una fecha especial que nos invita a honrar el amor, la dedicación y el esfuerzo cotidiano de quienes nos dieron la vida. Sin embargo, más allá de los regalos y las flores, esta es también una oportunidad para reflexionar sobre lo que implica ser madre en la sociedad actual, sobre todo desde la perspectiva de las propias mujeres. Porque ser madre es una parte esencial de muchas vidas, pero no es la única, ni la más grande. Las mujeres somos mucho más que madres: somos personas completas, con sueños, necesidades y derechos. 

La maternidad ha sido tradicionalmente vista como una función sagrada y natural de la mujer, lo cual ha servido, muchas veces, para justificar la sobrecarga de responsabilidades, la falta de apoyo y la invisibilización del esfuerzo emocional y físico que conlleva cuidar de otros. Como plantea Lucía Ruiz en su obra “Mujeres Madres”, muchas mujeres sienten que al convertirse en madres pierden parte de su identidad individual, absorbidas por las exigencias sociales de una maternidad idealizada, muchas veces inalcanzable. 

“Las mujeres somos madres, pero ser madre no puede ocupar todo el espacio de nuestra existencia,” dice Ruiz. Esta afirmación nos invita a replantear la maternidad como una experiencia que debe ser vivida con libertad, apoyo y reconocimiento, no como una carga que cada mujer debe llevar en soledad. 

Consejos para Cuidar a la Mujer que es Madre 

Detrás de cada madre hay una mujer que necesita descanso, amor, tiempo para sí misma, reconocimiento y cuidado. El autocuidado no es un lujo ni un acto egoísta: es una necesidad fundamental para la salud mental, emocional y física. Aquí algunos consejos que pueden ayudar: 

  • Tomarse tiempo a solas: Un momento de silencio, una caminata, una ducha sin interrupciones o simplemente leer un libro puede marcar la diferencia. 
  • Buscar redes de apoyo: Hablar con otras madres, compartir experiencias, reír, llorar y sentirse comprendida es una herramienta poderosa. 
  • Pedir ayuda sin culpa: Ninguna mujer tiene que poder con todo. La maternidad no es una prueba de resistencia. 
  • Cuidar la salud física y mental: Visitar al médico, ir a terapia si se necesita, comer bien y dormir, en la medida de lo posible, son actos de autocuidado esenciales. 

No Basta con el Esfuerzo Individual, Es necesario un Compromiso del Sistema 

Aunque el autocuidado es clave, es importante entender que no basta con que cada madre se esfuerce por estar bien. La igualdad y la conciliación no se logran solamente con fuerza de voluntad. Se necesita un sistema que apoye y respete a las madres: licencias de maternidad dignas, acceso a salud mental, servicios de cuidado infantil accesibles, horarios laborales flexibles y una cultura que valore la crianza como una labor fundamental para la sociedad. 

La corresponsabilidad también es clave: los padres, las parejas, las comunidades y el Estado deben asumir su parte. No se trata de que las madres sean “superheroínas” sino de que puedan vivir su maternidad de manera digna, libre de juicios, y con el apoyo necesario. 

Ser Madre Inmigrante: Una Maternidad con Más Retos 

La experiencia de ser madre se vuelve aún más compleja para quienes viven la maternidad en contextos de migración. Las madres inmigrantes enfrentan barreras adicionales: el idioma, la falta de redes familiares cercanas, el acceso limitado a servicios de salud o educación, y la discriminación institucional o social. 

Muchas veces estas mujeres se ven obligadas a aceptar empleos precarios, mal remunerados y sin flexibilidad, lo cual afecta directamente el tiempo y la energía que pueden dedicar a sus hijos y a ellas mismas. Además, el miedo a ser juzgadas o a enfrentar consecuencias migratorias puede hacer que muchas madres inmigrantes no busquen ayuda o vivan su maternidad en aislamiento. 

A pesar de todo, estas mujeres demuestran una resiliencia admirable, sacando fuerzas todos los días para cuidar, trabajar, aprender y construir una vida mejor para sus familias. Es urgente que como sociedad reconozcamos sus esfuerzos y luchemos por garantizar sus derechos. 

Apoyo entre mujeres y madres 

En el Día de la Madre, celebremos a todas las madres con un abrazo lleno de comprensión y empatía. Pero también hagamos un compromiso: cuidemos a la mujer que hay en cada madre. Promovamos espacios donde puedan hablar sin miedo, descansar sin culpa y vivir con dignidad. 

Ser madre es una experiencia transformadora, pero no debe implicar la renuncia a la identidad personal. Es posible criar, amar y educar sin dejar de ser una misma. Y esto solo será posible si nos acompañamos, si construimos redes de solidaridad entre mujeres madres, si exigimos políticas justas y si recordamos, cada día, que ninguna mujer está sola. 

Hoy más que nunca, celebremos la maternidad con conciencia, con justicia y con amor. Porque cuando una madre está bien, toda la familia florece. Y cuando las mujeres nos cuidamos entre nosotras, construimos un mundo mejor para todos. 

Para mi madre, Gloria, que supo navegar todas las barreras inimaginables por su amor infinito a sus hijos, ¡GRACIAS MAMI! 

Este artículo ha sido publicado en Mundo Latino Newspaper y copias impresas del mes de mayo 2025 (pagina 26). Fortalece tu Bienestar es una campaña de Centro SOL para acabar con el estigma sobre la salud mental y la depresión.  

Share this post