Por Monica Guerrero Vazquez
Hablar del suicidio nunca es fácil. Para muchas familias latinas, este tema se siente como un tabú, algo de lo que no se habla en casa. Sin embargo, callarlo no lo hace desaparecer. Al contrario: cuando evitamos la conversación, dejamos solos a quienes más necesitan apoyo. Hoy quiero invitarte a romper el silencio. Hablar del suicidio no “planta la idea” en la cabeza de nadie. Al contrario, puede ser la diferencia entre que alguien se sienta aislado o que sienta que tiene un aliado.
En los últimos años, hemos visto que los jóvenes están en mayor riesgo. Las estadísticas muestran que las armas de fuego son el método más común en casos de suicidio en Estados Unidos. También sabemos que las adolescentes reportan más intentos, mientras que los varones adolescentes expresan sentirse muy tristes y desesperanzados. Estos datos no son solo números: representan vidas, familias y comunidades que sufren.
La buena noticia es que sí podemos hacer algo. Y empieza contigo, conmigo, con cada adulto que decide sanar, cuidarse y acompañar a los demás. Como decíamos en blogs anteriores: cuando los adultos se cuidan, pueden criar niños y jóvenes más sanos.
Consejos prácticos para prevenir el suicidio
Expertos en salud mental han compartido recomendaciones que todos podemos aplicar en nuestra vida diaria. Aquí te resumo las más importantes:
- Expresa tu preocupación
Existe un mito peligroso: que, si hablas del suicidio, puedes “darle ideas” a alguien. Eso no es verdad. Al expresar con honestidad que notas a tu hijo, hermano, amigo o compañero triste o diferente, le envías un mensaje poderoso: “me importas, no estás solo, estoy aquí.”
Puedes decir algo sencillo como:
- “He notado que no eres el mismo últimamente, ¿quieres hablar de eso?”
- “Me preocupo por ti, quiero saber cómo te sientes.”
Mostrar preocupación abre la puerta al diálogo.
- Escucha de verdad
A veces, como padres o adultos, queremos cerrar la conversación rápidamente porque duele escuchar que un joven está sufriendo. Podemos decir frases como “yo también sufrí y se me pasó” o “no hables de eso.” Pero esas frases cierran la puerta.
En su lugar, practica escuchar con calma:
- “Cuéntame más de cómo te sientes.”
- “Entiendo que es duro, quiero escucharte.”
El silencio, acompañado de tu presencia, puede ser más sanador que mil consejos.
- Mantén la conexión
El aislamiento aumenta el riesgo. Es natural que como padres queramos proteger a los jóvenes de todo, pero encerrarlos o cortarles el contacto con sus amigos puede empeorar la situación.
La conexión no tiene que ser complicada. Puede ser tan simple como ver una película juntos, cocinar, jugar videojuegos o dar una caminata. Lo importante es que el joven sienta que no está solo y que tú estás ahí, compartiendo su mundo.
- Sé compasivo
No basta con escuchar: los jóvenes necesitan escuchar de ti palabras claras de amor y apoyo. Diles:
- “Entiendo tu dolor, y sé que puede mejorar.”
- “Voy a acompañarte y buscar ayuda contigo.”
Ese compromiso puede marcar la diferencia entre la desesperanza y la esperanza.
- Confía en tu intuición
Si un joven niega tener pensamientos suicidas, pero tu corazón te dice otra cosa, confía en tu instinto. Es mejor pecar de cuidadoso que lamentar después. Habla con un profesional, busca ayuda y no lo dejes solo.
- Prioriza la seguridad
Las armas de fuego son el método más común de suicidio en este país. Si tienes armas en casa, sácalas o guárdalas bajo llave. También retira medicamentos peligrosos o sustancias que puedan usarse para hacerse daño. Y si notas señales graves, busca ayuda profesional de inmediato.
Recordemos: sanar adultos, criar jóvenes más fuertes
Los jóvenes no crecen en el vacío. Crecen observando cómo los adultos enfrentamos los retos. Si nosotros aprendemos a hablar de nuestros sentimientos, a buscar ayuda cuando lo necesitamos, y a cuidarnos, les enseñamos a ellos a hacer lo mismo.
Cuidar tu salud mental como adulto no es un lujo, es una inversión en tu familia y en tu comunidad. Si tú te fortaleces, tus hijos e hijas también tendrán más herramientas para enfrentar la vida.
Recursos gratuitos de salud mental en Baltimore, Maryland
Si vives en Baltimore o sus alrededores y no tienes seguro de salud, existen opciones de apoyo:
- Behavioral Health System Baltimore (BHSB): Línea de crisis las 24 horas en Baltimore: 988. También conectan con servicios gratuitos o de bajo costo.
- Maryland Crisis Hotline: Disponible en español, 24/7, al 211, opción 1. Conecta a personas sin importar estatus migratorio con consejeros y servicios de emergencia.
Un mensaje final
El suicidio no es un tema fácil, pero el silencio nunca ayuda. Hablarlo puede salvar vidas. Expresar preocupación, escuchar de verdad, mantener la conexión, mostrar compasión y buscar ayuda profesional son pasos concretos que todos podemos dar.
Recuerda: no estás solo, y la persona que amas tampoco. La prevención del suicidio es un trabajo en comunidad. Entre todos podemos cuidarnos, apoyarnos y construir una vida más digna para nuestras familias latinas.
¿Te gustó este blog o quieres compartirlo con alguien? Puedes encontrar más recursos en www.jhcentrosol.org, un espacio hecho para ti y tu comunidad.
Nota: Nuestros artículos no reemplazan el consejo de profesionales del cuidado de salud o consejería, deben tomarse como fuentes de información y educación.
Este artículo ha sido publicado en Mundo Latino Newspaper y copias impresas del mes de septiembre 2025 (página 22,23).
Fortalece tu Bienestar es una campaña de Centro SOL para acabar con el estigma sobre la salud mental y la depresión.